viernes, 31 de agosto de 2012

El comienzo de la historia


No habían pasado apenas unos meses, desde que comenzamos a buscar a nuestro Bichillo Embelesador.

Era el cumpleaños de la abuela materna de Bichillo,... pero mi cuerpo no estaba para "chirigotas". Entre pastel y pastel, repasaba mentalmente el día: me levanté mareadilla, cansancio como si me hubiera pasado un camión por encima,... y ¡zas!, la glucosa llegó a mi cerebro y este me espetó: ¡a ver si estás embarazada, guapa!

Esperé a la mañana siguiente para hacerme el test. Y allí estaba yo, esperando nerviosa el resultado, con Papá Implicado y Aplicado en la cama, sin sospechar nada,... Interpretaba las rayas del test y volvía a leer el prospecto: 1 rayita no, 2 rayitas si,... o era al revés?,... Madreeeeeee, porque no compraría aquel test digital, a precio de riñón que me hubiera dicho con letras: EMBARAZADA o NO EMBARAZADA. Esperé cinco minutos, para confirmar el resultado: 2 rayitas = ¡IBA A SER MAMÁ!

Lo único que recuerdo de ese instante de intimidad en el baño, es que me sentí realmente feliz.

Ahora había que decírselo a Papá,… Los nervios me invadían y en aquel momento recordé que por mi cumpleaños, me había regalado un chupete. Curioso regalo ¿verdad?

A Papá Implicado y Aplicado nunca se le ha dado bien, expresar con bellas palabras sus sentimientos, pero ese día, con aquella joya de regalo, su mensaje era claro: algún día, fruto de nuestro amor nos haremos el regalo más importante de nuestra vida: ¡ser padres!

Pues bien, entré en la habitación con la luz apagada y el “tesoro” en la mano. Me metí en la cama y le dije: Tengo que contarte una cosa (pobrecillo,… no sabía lo que le venía encima). Le tomé la mano y le dí la caja que contenía el chupete.



-       ¿Qué es esto? Dijo adormilado encendiendo la luz.

Tras encender la luz y contemplar la caja, pude leer en sus ojos, como su cerebro procesaba aquella información. 

Sólo interrumpí sus pensamientos para decirle: ¡Enhorabuena! Vas a ser papá.

Recuerdo con claridad, el sabor del beso que nos dimos para celebrar la noticia. Sabía a felicidad, lo habíamos cocinado nosotros y nuestro Bichillo Embelesador era el ingrediente estrella.